Y saldrá el sol... (Parte 11)

Entra despacio en casa, de puntilletas, para no molestar a Alison. Al pasar por su cuarto y no verla durmiendo, recuerda que está trabajando. Respira como aliviada, y sus músculos dejan de estar en tensión. Deja sus cosas en la habitación, coge su pijama y se va para el baño a darse una buena ducha caliente. Está tan mojada por fuera como por dentro... Ya en la ducha deja caer el agua desde su cabeza a sus pies, es una sensación muy placentera, pero necesita más,quiere más... Hacía mucho tiempo que no tenía esa sensación. Se echa algo de gel en las manos y empieza a lavarse, entreteniéndose, mimando cada parte de su cuerpo... Del cuello baja a sus pechos, que los masajea haciendo círculos, se entretiene en sus pezones están muy duros... 
Con una mano sigue detenida ahí, con la otra sigue enjabonándose hacia abajo, pasando por su vientre y llegando hasta su parte más íntima... En movimientos suaves masajea su clítoris, cada vez acelera más, es como si corriera a un precipicio, hasta que cae con un gemido ahogado... Le tiemblan las piernas, siente como el pesan todas las extremidades, está rendida...
Se enjuaga, sale de la ducha, se seca y saca el secador para secarse también el pelo... Y va hacia su habitación, tan sólo tiene cinco horas para dormir...

Son las seis de la mañana, apaga el despertador. Todavía es de noche, fuera todavía se ven las luces de las farolas. Aunque se sintiera tan cansada,le costó mucho conciliar el sueño, apenas ha dormido tres o cuatro horas, pero aún así,siente como si hubiera dormido ocho horas seguidas... Va a prepararse el desayuno y allí se encuentra a Alison, que no lleva muy buena cara. Mientras desayunan, Alison le cuenta, que le tocó en urgencias, y que la noche fue muy complicada, que hubo varios accidentes graves por la lluvia. En ese momento Sara recuerda que esa mañana también le toca en urgencias y espera que sea tranquila la cosa... 

Ya en el hospital, la mañana transcurre con normalidad, no hay mucho movimiento... Está sentada en el control, y un traumatólogo le avisa de que pase a la consulta, para hacer una cura en una rodilla. Entra y se queda paralizada en la puerta...

- ¿Qué te ha pasado Alan?.- Dice entre sorprendida y asustada.
- He tropezado para variar, mientras entrenaba.
- Ya veo ya.- Dice mientras prepara todo lo necesario, para limpiarle la herida y vendarle la rodilla.- ¿Y delante de qué rubia despanpanante has caído esta vez?
- ¿Rubia despanpanante?.- Ríe.Pero se queda serio.- ¿Eras tu la del pub, verdad? 
- Sí.- Dice mientras le pasa una gasa con agua oxigenada por la herida.
- ¿Por qué me mentiste?
- No sé, te vi tan bien acompañado, que no quería molestarte,y además llevaba prisa, me esperaban.
- Entiendo, pero no justifica tu mentira.
- Lo sé, pero es lo que sentí en ese momento...- Dice mientras le está ajustando la venda, aprieta demás por los nervios.
- Aaaaaay. No hace falta que te ensañes conmigo, además era una amiga, no pasó nada.
- Lo siento. Me da igual lo que fuera, yo también soy tu amiga, no me tienes que dar explicaciones.
- ¿Sabes? este tiempo fuera de casa, me está haciendo replantearme muchas cosas...
- ¿Qué tipo de cosas?.- Dice algo confusa.
- Cosas, ya te contaré... 

Se inclina hacia ella que ha terminado ya con el vendaje, y la besa dulcemente. Coge su cabeza con ambas manos, y la acerca hasta él y sigue besándola. Se pone de pie,con dificultad,ya que le duele la rodilla, y a ella la dirige hasta la camilla, donde presiona su cuerpo contra el de ella. En un movimiento rápido,la coge de las caderas y la sienta sobre la camilla, abre sus piernas y se pone entre ellas... Sara está sin respiración, su reacción es entrelazar sus piernas a la cadera de él, apretando con fuerza, lo coge del pelo, le estira fuerte hacia ella, le muerde el lóbulo de la oreja y le susurra al oído...

- Estás loco...
- La vida está hecha para hacer locuras... 

La excitación va en aumento. Alan va abriendo los botones de la bata de ella, que deja ver su pecho, le saca uno de la copa del sujetador, y empieza besarlo, lamerlo y dar pequeños mordicos en el pezón...

-Por favor Alan para, aquí no.-Dice entre jadeaos.

Pero él no hace caso, y saca el otro pecho y mientras masajea uno con la mano, con el otro repite la misma acción, a la vez aprieta su sexo excitado contra el de ella...

De repente llaman a la puerta, él se aparta rápidamente, y ella se baja corriendo de la camilla, se pone de espaldas como si estuviera colocando algo en el mueble, pero realmente está
abotonándose la bata... 

- ¡Adelante!.- Dice casi atragantándose con la saliva.
- Sara, ¿has terminado ya? Hay otra urgencia...
- Si, si estoy terminando de limpiar esto.
- Vale,ve ahora para el box 7.
- Ok.

Sara se gira y está como un tomate. Alan no puede evitar reírse a carcajadas.

- Casi nos pillan Alan.- Dice avergonzada.
- Casi, tu lo has dicho.Ha sido excitante y divertido. ¿Repetimos? 
- ¡Nooo!.-Dice ella ya aliviada y riendo.
- ¿Cuándo termina tu turno? 
- En una hora. 
- Vale, en un hora nos vemos en el bar de la esquina.

Le da un beso que le pilla por sorpresa y sale de la consulta. Y nuevamente la deja con la palabra en la boca y sin poder reaccionar...