Y saldrá el sol ... ( Parte 2 ) 

Se despierta de golpe... "¿Que hora es?,¿qué oscuro está!" Piensa... Se levanta desperezándose, y termina de subir la persiana, ella suele dejarla sin bajar del todo. "¡Cómo llueve!" Exclama. Se pone de mal humor al ver el cielo lleno de nubes negras y el agua que cae. "Ya no voy a poder salir a caminar" Piensa resignada... Estos días son típicos en el mes de abril, tres lloviendo, y al otro sale el sol radiante... Mientras desayuna enciende su portátil, examina el correo, nada importante, publicidad y el horóscopo diario... "¡Vaya! Dice que es periodo de cambios... Pero... ¿Qué tipo de cambios?" Dice con la boca llena de tostada con mantequilla y mermelada de frambuesa, su favorita. Decide mirar la página del tiempo, busca en su ciudad. Para su sorpresa, vienen días soleados,

y con buenas temperaturas, podrá dejar el paraguas en casa. Y esos días, comienzan ¡esa misma tarde!... 

Llega la tarde, está cansada de las cuatro paredes que la rodean, se asoma por la ventana, tiene pinta de que ya no va a llover más, incluso parece que el sol asoma sus rayos entre las nubes, en la web del tiempo no se equivocaban. Se quita su pijama de Betty Boop se planta unos vaqueros, sus Converse rosas que tanto le gustan, y una sudadera, porque la lluvia ha hecho que refresque bastante. Mete en una mochila su libro y una pequeña botella de agua. Y se pone en camino... Cuando llega a "su banco"  maldice una y otra vez al mal tiempo que ha hecho... "¡Mierda!, tendría que haberme puesto las botas de agua" Dice al comprobar que sus zapatillas estaban llenas de barro... 

Abre la mochila y coge un paquete de pañuelos, saca uno, seca el banco y... ¡Listo! Se sienta, toma un sorbo de agua, y saca el libro... Hay un silencio sepulcral en el parque, ni siquiera se oyen los pájaros, por un momento se siente incómoda, recuerda todo aquello... De repente, ve a tres chicas pasar corriendo, le da un vuelco el corazón, y recuerda al chico del día anterior... "¿Pasará hoy también?" Sin querer, su boca se va arqueando, hasta formar una sonrisa de oreja a oreja... Empieza a oscurecer, ha hecho como que leía, pero realmente estaba pendiente de todo aquel que pasaba, pero sin rastro de aquellos ojos azules... Y así, repitió la jugada, dos días más, sin éxito alguno, recoge sus cosas y se va para casa...

"¡Qué tonta soy!" Dice entre dientes ...