Hace unos días estaba limpiando unos cajones y me encontré un puñado de cartas,cartas que tendrían que haber estado mejor guardadas,de esas cartas que con solo mirarlas,sin leer su contenido,te da una punzada en el corazón... Cartas repletas de secretos,confesiones,y sobre todo de muchos sentimientos...
Inmediatamente dejé todo lo que estaba haciendo,y con un nudo en la garganta me senté y me decidí a leerlas,mejor dicho,releerlas... Empezando por la más vieja que tendrá cerca de quince años,con el papel ya algo amarillento... No pude evitar ponerme nostálgica,de recordar aquellos tiempos,donde las preocupaciones eran las mínimas,solo tenía un gran secreto.un gran dolor,un gran miedo,que con los años he ido superando,pero esa carta me recuerda,que el pasado está ahí que no debemos olvidarlo,hay que tenerlo presente y seguir aprendiendo...
Conforme iba leyendo mi ánimo iba bajando,llegando a las cartas de los últimos años... Las dos últimas,llenas de sentimientos,sentimientos tan puros hacia mi,que nunca creí que alguien los pudiera tener,o por lo menos que me lo demostrara,y no solo en palabras... Ahí rompí a llorar,porque fue una etapa de mi vida en la que no podía dar todo de mi,y lo intenté sin existo,haciendo daño sin yo quererlo...
Cogí todas esas cartas,hice un amago de tirarlas,de romper totalmente con el pasado,pero me fue imposible... Ahora están en un rincón bien guardas,donde me es más difícil acceder normalmente... Igual que ese rincón de mi mente,ese rincón de mi corazón,donde tengo tanto guardado,y que no sé si algún día volveré a sacar,para sentir de nuevo libremente...
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